Patentes de productos agroindustriales: El caso de la panela

Teniendo en cuenta la polémica que se ha gestado en Colombia alrededor del inconformismo del gremio panelero -uno de los más vigorosos e importantes del sector agroindustrial colombiano- y l

9 OCT 2020 · Lectura: min.
Patentes de productos agroindustriales: El caso de la panela

Teniendo en cuenta la polémica que se ha gestado en Colombia alrededor del inconformismo del gremio panelero -uno de los más vigorosos e importantes del sector agroindustrial colombiano- y las muchas versiones que han circulado en redes sociales al respecto, creo que resulta pertinente realizar algunas aclaraciones enmarcadas en el derecho de la propiedad intelectual como aporte a la controversia.

La solicitud de patente ante la Superintendencia de Industria Comercio, la hizo un particular llamado Jorge Enrique González Ulloa, no Riopaila, ni Asocaña, ni Cedecaña -de acuerdo a los comunicados que sus oficinas de prensa han sacado- y versa según Fedepanela, sobre un método "para procesar la caña de azúcar y preservar los policosanoles, es decir, el alcohol presente en la planta, durante la producción de una bebida a base del jugo de caña"[2] y que en su opinión se asemeja mucho a procesos tradicionales paneleros. El solicitante es un particular que hizo valer su derecho de solicitar una patente en la Superintendencia de Industria y Comercio, lo cual es completamente legal, -aunque no necesariamente legítimo-. Ahora bien, las solicitudes de patentes no son concesiones automáticas para el que las solicita, eso surte un proceso legal, que puede durar años y que está establecido en la Decisión 486 de la Comunidad Andina de Naciones desde el año 2000.

La norma andina citada establece que los requisitos para que una patente sea concedida, -con polémica o sin ella- son la capacidad inventiva, la novedad y la aplicación industrial -lo que otras legislaciones llaman utilidad-. La novedad se refiere a que el producto o procedimiento, no haya sido presentado al público por ningún medio escrito o susceptible de llegar al público; la capacidad inventiva a que un experto en la materia, teniendo en cuenta lo presentado al público no haya podido llegar al mismo resultado; y la aplicación industrial es que pueda tener un efecto práctico en un proceso determinado.

Si analizamos este caso concreto a la luz de lo explicado anteriormente, vemos entonces que son muchas las publicaciones académicas y científicas que se refieren a la extracción de los policosanoles por lo que es poco probable poder apelar a la novedad. Si bien es cierto, el cultivo de la caña y todos los procedimientos industriales asociados a dicha cadena de valor, vienen de siglos y décadas, algunos de ellos no son exclusivos de esos cultivos y aunque están arraigados en la tradición, también han sido objeto de estudios y disertaciones académicas, de áreas como la ingeniería ambiental, la botánica, la administración agropecuaria, etc. La misma panela, no es exclusiva, ni originaria de Colombia -aunque este país sea uno de sus insignes representantes-sino que está en otros territorios.

Siguiendo con el requisito de la capacidad inventiva, los expertos en la materia, que en este caso no son solamente aquellos que están en un laboratorio realizando invenciones que impacten en el campo, sino aquellos que hacen parte de la cadena de valor y que teniendo en cuenta lo publicado hasta el momento, pueden simular el proceso, y reconociendo lo longevo de está industria panelera y lo usual del procedimiento -tanto que se ha generado un debate de dimensiones colosales- es realmente poco probable que la solicitud cumpla el requisito.

Finalmente, por supuesto que el proceso que el solicitante pide patentar tiene aplicación industrial -está más que demostrado-, pero dado que no cumpliría los dos primeros requerimientos que trae la Decisión 486 del 2000, que es la norma rectora de propiedad industrial vigente en Colombia, entonces realmente no sería relevante.

Una de las razones por las cuáles decidí realizar este escrito, es porque he notado que hasta ahora el debate se ha centrado en la defensa de lo tradicional y en la imagen del panelero -muchas veces campesino y víctima de la violencia- desarmado ante un particular sin escrúpulos. Y si bien, esos factores son claves y desconocerlos sería arbitrario y excesivamente burocrático por parte de todos los actores involucrados, si hablamos desde las normas estrictas de la propiedad intelectual y cuáles son los requisitos para que la Superintendencia de Industria y Comercio registre una patente, hay unas ideas básicas que son las que esbocé arriba y que en mi opinión -sin haber leído el expediente, pero leyendo las notas de prensa y la posición del gremio panelero que ha expresado de manera profusa en medios de comunicación- deben ser tenidas en cuenta, porque finalmente son las que se van a evaluar. Es trascendental, además, que todas estos criterios vertidos en sendas redes sociales, puedan traducirse en las oposiciones que se pueden presentar dentro de la etapa legal y que la ayuda que se le pueda prestar al gremio panelero sea de la mayor altura técnica posible, pues en términos prácticos, es la que más necesitan en este momento. Aunque resulte tedioso para muchos, los temas de propiedad intelectual de está categoría, aunque parecen obvios en la opinión pública, no suelen serlo tanto en el frente del litigio -como puede pasar en otros terrenos jurídicos, como una tutela para proteger el derecho a la salud, por ejemplo-.

Espero haber dado luces sobre este importante tópico y que indudablemente se relaciona también con la canasta familiar, pues en caso que la patente llegue a ser concedida, la licencia para usarla, sería un costo que deben asumir los paneleros y que indudablemente impactará en el precio que paga el consumidor final. Parece increíble, pero los temas de propiedad intelectual también pueden estar conectados con el plato de comida que nos llega a la mesa todos los días.


[1] Chavelly Jiménez Castellanos, es abogada de la Universidad de Cartagena, especialista en Derecho Comercial de la Universidad Libre de Colombia, magister en Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías de la Universidad de la Rioja de España. Actualmente se desempeña como abogada independiente, consultora y conferencista. 

[2] Extraído de https://semanarural.com/web/articulo/polemica-por-la-patente-al-proceso-de-produccion-de-la-panela/1564

Escrito por

Chavelly Jiménez Castellanos

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